Piden 25 años para el acusado de matar a su mujer con una piqueta
| 
El hombre de 31 años y nacionalidad boliviana acusado de asesinar a su esposa en febrero de 2010 ha declarado en la primera sesión del juicio por esta causa que tras descubrir una relación de infidelidad por parte de su mujer decidió darle otra "oportunidad" si bien ha admitido que no llegó a creerla "al cien por cien", de forma que cuatro días más tarde se produjo el crimen en el que supuestamente causó 23 heridas con una piqueta a su esposa en la cabeza para, después, degollarla con una navaja; hecho que asegura no recordar.
Piden una pena de 25 años de prisión y una indemnización de 200.000 euros para cada uno de los hijos de cinco y siete años de la fallecida por delito de asesinato con agravante de parentesco, el acusado ha manifestado que "jamás" quiso la muerte de su mujer y que solo recordaba verla en un "charco de sangre" sin saber cómo se habían producido los hechos.
Javier Stephan, el acusado, ha añadido que recuerda que al darse cuenta de la situación, se hallaba en posesión de una piqueta y una navaja tipo mariposa --objetos mostrados al jurado-- con las que el acusado acabó presuntamente con la vida de su pareja en el domicilio coyungal, situado en la calle Poeta Gonzalo de Berceo de la capital almeriense, en el que además se encontraban los hijos y una prima suya, según ha confesado. Esta versión difiere de la que proporcionó en el juzgado de instrucción, donde aseguró que en el momento del crimen los hijos no estaban en casa.
El hombre, que pidió a su hermana que llamara a la policía ante los hechos, ha negado que "esperara el momento oportuno" para acabar con la vida de su pareja, tal y como sostiene el fiscal, quien ha indicado que el procesado "colocó una piqueta debajo de la cama" para ayudarse en el asalto en el que también se valió de una navaja situada en la mesita de noche. En este sentido, ha explicado que guardaba bajo la cama herramientas de construcción de su trabajo para impedir el acceso de los niños a las mismas, mientras que la navaja "ya estaba allí" cuando entró a vivir de alquiler.
Javier Stephan ha narrado que tuvo conocimiento de la infidelidad de su esposa después de que encontrara un correo electrónico en la cuenta personal de ella en el que unas "cartas continuadas" y una "conversación" en un chat con el supuesto "amante" revelaban que había habido una "relación sentimental y sexual", por lo que pidió explicaciones a su mujer, según ha revelado a preguntas de la Fiscalía.
Ante esto, la mujer reconoció que había cometido "un error" y le pidió "otra oportunidad", si bien cuatro días después en el dormitorio conyugal y ante una discusión en la que él asegura que fue insultado, agarrado y abofeteado por ella, se produjo el crimen del que no recuerda nada salvo verla "inmóvil" en el suelo sobre un "charco de sangre".
El hombre alertó a su hermano sin contarle nada para que sacara a los hijos del piso momentos después de tratar de taponar las heridas causadas en el cuello de su víctima con la navaja, puesto que asegura que "no vio" las que tenía en la cabeza, en donde supuestamente clavó la piqueta en repetidas ocasiones "con la finalidad de aumentar su sufrimiento", según la acusación fiscal respaldada en las pruebas forenses. El acusado a manifestado además que la nota de suicidio encontrada responde a un "momento de turbación" sufrido, sin que tuviera la intención de hacerlo.
Información Europa Press
