A sólo dos días de que se diese por extinguido el incendio que arrasó más de 2.500 hectáreas en Lucainena de las Torres, Somontín y Partaloa, el fuego volvió a aparecer en la tarde de ayer jueves en el paraje conocido como Torvizcón, justo detrás de la Central Eléctrica que Endesa tiene en Carboneras.Pese a que el fuego no fue muy virulento, según ponía de manifiesto el Infoca, lo cierto es que el fuerte viento de Poniente que soplaba complicó una vez más las tareas de extinción, dado que apenas dejaba trabajar no sólo a los medios aéreos que se desplazaron hasta el lugar, sino también a los efectivos terrestres del Infoca, a los expertos en extinción de incendios de la propia planta y a los del Consorcio de Bomberos del Levante.
Un incendio que se inició alrededor de las 15:15 h justo en el momento en el que arrecieron las rachas de viento, pudiendo ser estabilizado cerca de las 20:30 h de esa misma tarde.
Destacar que los efectivos procedieron a desalojar a un matrimonio y a su hija de manera preventiva de un cortijo de la zona, pudiendo estos volver a su hogar una vez llegada la noche.
Todo apunta, según el Servicio de Emergencias 112, a que las llamas se iniciaron en un vertedero de inertes cercano a la central eléctrica, extendiéndose con gran rapidez debido al viento. Versión que se contradice con la del ayuntamiento de Carboneras que asegura que en dicha zona no existe ningún vertedero, apuntando a que fue intencionado.
Hasta el lugar se desplazaron dos helicópteros del Ministerio de Medio Ambiente y dos de la Junta, además de dos brigadas de apoyo compuestas por 24 personas, a lo que se sumaron cinco grupos de especialistas con 35 personas, tres vehículos autobomba y agentes de Medio Ambiente. Además el Infoca solicitó ayuda a efectivos procedentes de Málaga, Córdoba y Granada, que actuaron en coordinación con los expertos en extinción, la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y la Policía Autonómica.
Apuntar por último que, la Subdelegación del Gobierno activó el protocolo en la provincia ante alertas climatológicas semejantes, con rachas de viento que podrían superar los 100 kilómetros por hora.