Un vecino de El Ejido ha sido condenado por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo a 18 años y 10 meses de prisión por dos delitos de abusos sexuales continuados a lo que hay que sumarle otro de exhibicionismo sobre sus tres hijos menores de edad.Así el Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia emitida por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería fechada a finales de 2012, aunque los hechos ocurrieron allá por el mes de octubre de 2009.
Recordar que el pedófilo ejidense se había divorciado de su esposa de mutuo acuerdo unas semanas antes y veía a sus hijos tres hijos de seis, tres y dos años de edad los fines de semana de manera alterna. Hasta el momento en el que se denunciaron los hechos no contaba con antecedentes penales que hicieran sospechar una conducta criminal de esas características.
Según se recoge en la sentencia en unos días del mes de octubre de 2009, los cuales no se han concretado y mientras que los menores estaban a su cargo “realizó actos de contenido sexual” a los dos niños mayores, mientras que el menor de todos estaba presente. Apuntar que el tribunal expone un relato de abusos de extrema crueldad para con los niños.
Al objeto de corroborar los hechos la Audiencia y el Supremo debieron de apoyarse en varios testimonios e informes médicos. Así la madre y la abuela de los pequeños detectaron comportamientos extraños en los niños tras su estancia en el domicilio paterno, a lo que se le sumó una exploración pediátrica y forense al mediano de ellos, en la que se confirmaron indicios de un caso de abuso sexual continuado.
Pese a ello, la madre se resistió en un primer momento a creer la gravedad de lo sucedido, siendo el propio médico quien dio parte a las autoridades dándose así inicio a la pertinente investigación. Cuestión que fue utilizada por el Tribunal para desechar la posibilidad de una posible denuncia falsa o que la madre persiguiese un interés económico, dado que el matrimonio se había separado de mutuo acuerdo haciendo un reparto de los bienes sin necesidad de llegar a un litigio.
Recordar que otra prueba de vital importancia fue el informe pericial emitido por una psiquiatra infantil y una psicóloga, en el que se ponía de manifiesto que las manifestaciones de los pequeños eran verosímiles y estaban basadas en hechos vividos por ellos, los cuales eran reales, según se recoge en la sentencia de la Audiencia Provincial.
Elementos todos ellos que han llevado a condenar al padre a 18 años por delitos de abusos sexuales continuados y agravados por parentesco, a lo que hay que sumarle otros 10 meses por un delito de exhibicionismo en referencia a la presencia de su hijo de dos años mientras se llevaban a cabo los abusos a sus dos hermanos.
Por último señalar que el acusado procedió a recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo, aunque la solidez de la sentencia permitió que dicho recurso de apelación no fuese admitido a trámite.