Naturaleza, calma y sosiego para disfrutar del interior de ‘Costa de Almería’

En el corazón de la Sierra de los Filabres, entre su gran arboleda, se encuentra el municipio de Chercos. Su nombre, procedente del vocablo mozárabe Yerku, significa encina, apuntando a la numerosa naturaleza que desde su nacimiento, rodeaba al pueblo.
Un destino de interior de la provincia en el que tiempo parece haberse detenido para disfrute de sus visitantes, que encuentran en este rincón del Almanzora, la tranquilidad y la paz necesaria para desconectar del estrés de la rutina diaria. Dividiendo Chercos Viejo y Chercos Nuevo se encuentra "La Piedra Labrá" o "Piedra de los Moros" que guarda en su interior la primera huella humana de la historia del pueblo. Se trata de unos grabados rupestres (del segundo milenio a.C.) que representan escenas de la vida cotidiana y el lugar se debió usar como altar para el culto al aire libre. 
Por ello, entre las paradas obligatorias que todo turista debe hacer en su visita al municipio se encuentra la antigua arquería que se conoce como Chercos Viejo, uno de los lugares con mayor personalidad del Valle del Almanzora y refugio ideal para pasar unos días disfrutando de su tranquilidad, sosiego y paz. Además, en este entorno se ubica el Mirador de Chercos Viejo, un balcón a la naturaleza del Almanzora desde el que se puede divisar unas imágenes incomparables.