Según ha informado la Jefatura, el detenido irrumpió a las 21.00 horas del pasado día 18 en un restaurante de la calle Real portando un arma de fuego y un cuchillo. Tras amenazar de muerte a los tres empleados y golpear a uno de ellos con la culata de la pistola en la boca, fue obligado a huir después de un forcejeo sin que pudiera hacerse con el botín.
El segundo robo que se le imputa tuvo lugar a las 20,30 horas del lunes en una farmacia de la Plaza de Pavía, en la que irrumpió armado con una pistola y ocultando su rostro con un pasamontañas. A continuación, se dirigió a la dependienta en tono amenazante y le dijo "si te estás quieta no te va a pasar nada, solo quiero el dinero" al tiempo que le encañonaba.
Al percatarse el asaltante de que en la trastienda del establecimiento había otras empleadas, arrebató del mostrador un chaquetón, un teléfono móvil y unas cremas, para inmediatamente después abandonar el lugar con rapidez.
Las investigaciones realizadas posteriormente llevaron a los agentes a descubrir que el asaltante en sus robos había dejado ver parcialmente su rostro y había mostrado, por tanto, unas marcas "inconfundibles" cerca de los ojos.
Las declaraciones de testigos y víctimas sirvieron así para realizar un exhaustivo estudio y análisis descriptivo a través del que se pudo identificar al presunto autor como un individuo "conocido" por la policía y con numerosas detenciones anteriores por hechos similares.
La operación ha sido desarrollada por el Grupo V de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Almería. El detenido, quien recientemente había salido del centro penitenciario provincial de El Acebuche, ha sido puesto a disposición de Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Almería.