Patricia y Ángel: "Se ha hecho justicia", Ana Julia Quezada culpable de asesinato con alevosía

Estas han sido las primeras palabras de Patricia y Ángel tras haber escuchado el veredicto al que ha llegado el jurado y que declara a Ana Julia Quezada culpable de un delito de asesinato con alevosía, agravado por la relación de parentesco, y la aboca a la prisión permanente revisable. Será la primera mujer en España condenada a cadena perpetua tras la reforma del Código Penal de 2015. Una intensa tarde la de hoy a la espera de que portavoz del jurado leyese el veredicto, una lectura que ha dado comienzo pasadas las 18:45 horas  y que se ha extendido durante una hora y que se ha alcanzado tras un día y medio de deliberaciones.
Así el fallo, que ha sido unánime, confirma la intención de Ana Julia de matar a Gabriel y la incapacidad del pequeño para defenderse de una agresión llegada desde su entorno familiar.
Aunque cabe destacar que desestima la existencia de ensañamiento, como así lo había apuntando la acusación particular, estimándose que solo existió  alevosía. Es decir que ha quedado probado que  el pequeño sufrió un ataque violento sin posibilidad de defensa, pero no sufrió más de una hora de agonía.
Los miembros del jurado compuesto por siete mujeres y dos hombres  han declarado culpable a Quezada por dos delitos de lesiones psíquicas y dos delitos de daños morales causados a Ángel y Patricia, al considerar que la acusada les provocó un mayor sufrimiento con su comportamiento durante los doce días que duró la búsqueda.
Señalar que dicho veredicto, al que ha llegado el jurado tras deliberar sobre un dictamen de 22 páginas, va a dar lugar en los próximos días  a que la magistrada Alejandra Dodero dicte una sentencia, que puede suponer la primera condena de prisión permanente revisable que se impone a una mujer en España.
Por su parte Francisco Torres, abogado de la acusación al término de la lectura del veredicto se ha mostrado satisfecho, ya que a su juicio "se ha hecho justicia"
Por último preguntado Torres por el hecho de que no se haya dictaminado que hubo ensañamiento se pronunciaba así.