Martes, 16 Abril 2024

 


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sucesos

Ana Julia Quezada: "Pido perdón a la familia de Gabriel, a mi hija, a mi familia y solo espero que Dios me perdone"

Con estas palabras Ana Julia Quezada ha hecho uso de su derecho a la última palabra, concluyendo así la jornada de hoy en la Audiencia provincial en la que las partes han expuesto ante el jurado sus informes finales. Sesión que ha comenzado con la intervención de la fiscal en la que ha solicitado la prisión permanente para la acusada, como autora de un delito de asesinato con alevosía, descartando que actuó con ensañamiento al matar a Gabriel, dado que la prueba pericial de los forenses del Instituto de Medicina Legal no ha probado que aumentase de forma inhumana el sufrimiento del pequeño".
La fiscal Elena Fernández ha apuntado en su exposición que "es terrible, cruel, a mí, como fiscal, me estremece especialmente la falta de piedad de la procesada, que posiblemente no voy a ver en otro acusado, pero no se puede mantener que hubiese un aumento deliberado de dolor o que hubiese agonía añadiendo que  si bien el niño "sufrió, claro que sufrió", no existe esa agravante.
Además ha desacreditado la pericial médica de la acusación escuchada a puerta cerrada al apuntar que los hechos no han quedado probados, destacando por otra parte el testimonio que ha calificado de  "contundente" de los peritos forenses del IML que describen "un acto único" al tiempo que habla de "una fuerza desproporcionada" al taparle la boca y la nariz, "de una forma tan brutal que le provoca la muerte por asfixia".
En cuanto al informe emitido por los médicos de la acusación, la fiscal asegura que "emiten una opinión únicamente, una interpretación errónea y, con todos los respetos, osada, que solamente se justifica por un absoluto desconocimiento de la medicina forense", tras lo que ha instado al jurado a dar "credibilidad" a la versión de "los especialistas" sobre cómo quitó la vida Ana Julia Quezada a Gabriel Cruz.
Una vez concluida la fiscal ha tomado la palabra Francisco Torres, abogado de la familia de Gabriel que ha pedido al jurado que "no le tiemble el pulso" a la hora de conformar su veredicto, ya que la encausada "es una sociópata auténtica" que "no tiene el mismo derecho a respirar el mismo aire que respiramos nosotros".
Se ha mostrado contundente y rotundo al afirmar que "hay que apartarla de la sociedad", insistiéndole  al jurado que la acusada actuó con premeditación, alevosía y ensañamiento a la hora de arrebatar la vida al niño, por lo que pide para ella la prisión permanente revisable. "Va a matar a más niños, estoy convencido de que no es Gabriel el primer niño que mata", ha añadido.
La acusación  ha incidido en el informe aportado por los médicos especialistas y se ha centrado en los hematomas que presentaba el cadáver, especialmente detrás de la oreja que, según ha sostenido, fue propiciado con el hacha que se empleó en el crimen.
Torres apunta que , las lesiones encontradas en el cuerpo irían más allá de las propias derivadas de la muerte por asfixia mecánica del menor, ya que dieron lugar a una serie de heridas que provocaron un estado comatoso en el menor antes de que fuera asesinado, reiterando  que la acusada tuvo tiempo en la finca para "fregar y requetefregar" la estancia, en la que se halló una gota de sangre en el marco de la puerta así como un perfil genético en el interruptor.
La acusación ha apuntado su disconformidad con  las críticas realizadas por la fiscal al no ver, a tenor de las pruebas, la existencia de "ensañamiento" aunque "en su informe final indica que el niño sufrió", según ha manifestado antes de recordar que, según el Ministerio Público los hechos se sucedieron "de 10 a 20 minutos". "Nos parece grave que el Ministerio Fiscal pretenda sacar los colores a esta acusación cuando estamos más interesados que nadie en determinar los hechos", ha replicado.
"Desconocemos si el móvil es solo económico, o si es odio absoluto a la madre del niño o si es que le estorbaba", ha añadido el letrado, quien ha mantenido su versión, a partir del informe médico, sobre una agresión prolongada sobre el menor antes de que falleciera por asfixia. "Hemos tenido que soportar que esto ha sido un accidente, y cuando eso pasa uno reclama ayuda", ha reiterado antes de afear que la acusada indicara que fumara o pintara en la finca de Rodalquilar durante las tres horas y 19 minutos que permaneció en el lugar de los hechos.
Torres ha recordado que  Quezada se negó a contestar en instrucción a los motivos por los que después de dar muerte al menor desnudó su cuerpo y le seccionó un brazo con el hacha a la altura de la muñeca; una acción que, según el abogado, estaba encaminada a deshacerse del cuerpo, ya que el mismo fue enterrado de forma "temporal" en la misma finca, junto a la alberca, a muy poca profundidad.
Sobre esa misma herramienta, ha recordado tanto el tío de Gabriel, como su padre y la abuela del menor no reconocieron que el hacha se encontrara en la finca con anterioridad, lo que ha empleado como un elemento más para concretar la premeditación con la que supuestamente actuó.
Torres ha sido rotundo al afirmar  que a lo largo del juicio se ha acreditado la comisión de dos delitos contra la integridad moral a partir del comportamiento que posteriormente mantuvo la acusada durante la búsqueda del menor desde el 27 de febrero de 2018 en Las Hortichuelas, participando en las exploraciones e indicando a sus padres que el niño iba a aparecer.
Para el abogado, "el testimonio de Patricia cala hondo" a la hora de probar la comisión de los delitos contra la integridad moral, que junto con los de lesiones psíquicas, suponen una petición adicional de 12 años de prisión por parte de la acusación particular.
Torres ha recordado que , la madre sufre un daño "irreversible" e "irrecuperable", lo que la lleva a día de hoy a tomar "fármacos potentes" para "poder aguantar" la situación. Frente a esto, ha calificado de "cuarta dimensión" que la defensa alegue en sus conclusiones definitivas que Quezada actuara bajo la "influencia de drogas", cuando es un hecho que, según ha indicado, no ha sido probado.
El letrado ha hecho hincapié  en el perfil "perverso" y "ruin" de la acusada, a quien, según ha desvelado, el Ministerio del Interior le ha "prohibido hacer un programa de televisión desde la cárcel". 
La defensa ha sido la última en mostrar su alegato final,habiendo modificado su escrito , por el que inicialmente solicita tres años de prisión por un delto de homicidio por imprudencia grave, pidiendo que subsidiariamente se tenga en cuanta una posible condena de entre 10 y 15 años, por un delito de homicidio.
Esteban Hernández Thiel considera que existen dos circunstancias atenuantes en la actuación de Quezada, con lo que la pena se rebajaría, siendo estas la confesión , aunque fuese tardía de los hechos, además de la circunstancia de arrebato, obcecación u otro estado similar en el momento de matar a Gabriel. Así asegura que Ana Julia se encontraba en el momento de cometer los hechos en un 
"estado pasional que disminuía su capacidad de comprender y de controlar las consecuencias de sus actos, sin llegar a anularla".
Recuerda el letrado  que le tapó la boca "para que no profiriera más insultos, apretándola con intención de que se callara" y que, después, se produjo un "intenso forcejeo, llegando a la pared Ana Julia, presa de la ira y sin medir las consecuencias de su acción".
"Continuó tapándole la boca y nariz, presionándole contra la pared, a pesar de la resistencia del menor, hasta percatarse de que Gabriel había dejado de respirar", añade.
Hernández Thiel señala que, al "darse cuenta de ello", fue "presa del pánico" y "quedó bloqueada e incapaz de asumir lo ocurrido", tras lo que dio sepultura al cuerpo del niño en la finca de Rodalquilar .
"Incapaz de afrontar lo acontecido y sin saber cómo explicarlos a su pareja ante la repercusión mediática y al estar bajo los efectos de medicación ansiolítica, movida por el ánimo de evitar las consecuencias de sus actos, continuó ocultando lo acontecido hasta su detención", concluye a la vez que insiste en que la convivencia entre la acusada y Ángel Cruz "no siempre era aceptada de buen grado" por el menor.

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