Comienza el juicio por el asesinato del pequeño Gabriel

Desde primera hora de la mañana un gran número de medios de comunicación han aguardado pacientemente ante las puertas de la Audiencia Provincial, a la espera de que diese comienzo  la vista oral por el asesinato del niño de ocho años Gabriel Cruz. Minutos antes de las nueve de la mañana llega a en un furgón policial la acusada, Ana Julia Quezada, quien ha entrado a las dependencias judiciales por la parte de atrás bajo la atenta mirada de los agentes de la Policía Nacional.
Mientras tanto, en la puerta principal de la Audiencia se sucedía la llegada tanto de los abogados de Ana Julia Quezada, como de los de los padres de Gabriel.
Una intensa jornada la de hoy lunes en la que en primer lugar se ha procedido a la elección de los miembros del jurado, que ha durado alrededor de una hora y en la que se han seleccionado a siete mujeres y dos hombres, quienes dictarán una vez escuchadas a todas las partes y vistas las pruebas, el veredicto de culpabilidad o no culpabilidad.
Tras la selección de los miembros del jurado y tras la entrada del público que ha querido asistir a esta primera sesión, Ana Julia ha tomado asiento junto a sus abofados, Esteban Hernández Thiel y Beatriz Gámez, con los que ha intercambiado unas palabras mientras la sala se iba llenando.
Por su parte, Alejandra Dodero, presidenta del tribunal y magistrada de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería  ha accedido a la petición de la defensa para que se le retiraran los grilletes de las muñecas después de que contestara afirmativamente a la pregunta de la magistrada sobre si iba a permanecer "en calma" en sala, ante lo que ha asentido. 
Acto seguido la letrada ha procedido a leer ante los presentes los escritos de la acusación de la fiscalía, el de la acusación particular y el de la defensa, para posteriormente dar un turno de palabra de 20 minutos a cada una de las partes.
La primera en intervenir ha sido la fiscal,  Elena Fernández,  quien ha invitado al jurado popular a no tratar de buscar un móvil, sino que se concentren en la práctica de las pruebas y lo que se exponga en la sala. Apuntando que la fiscalía va a defender el derecho a la vida. Un derecho del que asegura Fernández " Ana Julia Quezada le privó al niño  con total y absoluto desprecio por la vida de Gabriel".
Es por ello que el ministerio fiscal  la acusa de un delito de asesinato, a los que hay que sumarle dos delitos  de lesiones psicológicas a los padres del niño.
La fiscal ha sido contundente al asegurar que el niño "no tuvo opción alguna de salir con vida porque no pudo oponerse en ningún momento a las acciones presuntamente violentas de este crimen: primero una serie de golpes y después la asfixia que detonó su fallecimiento".  Apostillando que tiene la convicción jurídica de que Quezada cometió un asesinato".
Tras la fiscal llegaba el turno de palabra de Francisco Torres, abogado de los padres de Gabriel, quien en su primera intervención ha mostrado al jurado las posibles versiones sobre los motivos que llevaron a la acusada a acabar con la vida del pequeño, siendo tajante al afirmar que "ella ya estaba repartiendo las casas de la familia de Ángel Cruz , dado que son de posibles y que el pequeño le incomodaba y le estorbaba".
Para Torres está claro el móvil que le llevo a perpetrar el crimen a la acusada con alevosía que como ha recordado  ocurrió "el primer día que no está el padre presente", dado Ángel Cruz se encontraba trabajando la jornada en la que ocurrieron los hechos. Su ahora expareja estaba con el niño y la abuela de este en la vivienda de esta última, en la pedanía de Las Hortichuelas Bajas, también perteneciente Níjar.
"No cabe hacer tanto daño a un niño", ha aseverado, criticando que Ana Julia Quezada mantenga "la tesis de que el fallecimiento se debiera a «un accidente".
A su juicio, Quezada se llevó al niño a un lugar donde "así grites con todos los megáfonos del mundo, nadie te va a escuchar", en referencia a la finca de Rodalquilar en el que Gabriel perdió la vida.
Enclave en el que según ha explicado el abogado de la acusación , el pequeño permaneció «una hora con posibilidad de salvarse», tras ser golpeado por la acusada quien, incluso, se fumó "unos cuantos cigarros" tras agredirlo y antes de provocar su muerte por asfixia.
Una teoría esta que, de acuerdo a la intervención que ha realizado Torres, podrá evidenciarse durante las periciales médicas que se producirán en próximas jornadas del juicio oral y que, según lo programado, serán a puerta cerrada.
Respecto a la alevosía con la que Quezada actuó, Torres ha apuntado una tesis que no va a poder ser demostrada sobre la posibilidad de que hubiera querido también "descuartizar" al niño, apoyándose en que lo desnudó antes de enterarlo en la misma finca familiar de Rodalquilar que visitaba a diario  durante los once días que duró la búsqueda.
Esteban Hernández , abogado de la defensa de Ana Julia ha sido el último en intervenir, sosteniendo ante el jurado que la muerte de Gabriel fue accidental, que ella quería "acallarlo tras los insultos que el pequeño le profirió  y no acabar con su vida durante un enfrentamiento en la casa de Rodalquilar" Supuestamente el pequeño había llamado "negra fea" a Quezada cuando esta trato de impedir que el niño jugara con un hacha.
La defensa ha sido rotunda al afirmar que "si estaba planeado es una chapuza enorme aludiendo a que" Quezada no huyó del país, que lo podría haber hecho sino que lo reconoce y colabora con Guardia Civil", tras ser detenida en Vícar -municipio en el que residía con su pareja y padre del niño fallecido- con el cuerpo desnudo del pequeño en el maletero.
Una jornada que ha concluido pasadas las dos de la tarde y en la que se ha pospuesto para mañana la declaración de Ana Julia Quezada, quien minutos después abandonaba la Audiencia Provincial en un furgón policial rumbo a la cárcel del Acebuche donde permanece presa.