Aguilar ha asegurado que los vecinos del Levante almeriense "ya no va a depender de la climatologí­a para contar con agua de calidad y suficiente" con lo que los 15 municipios afectados " van a ver cómo pueden abrir con tranquilidad su grifo", con lo que ha garantizado el abastecimiento incluso en épocas vacaciones, en las que la población casi se duplica.

Aguilar ha incidido también en los beneficios que supone esta infraestructura también para la agricultura de la zona, de forma que los regadí­os verán "optimizados" sus recursos y permitirá la generación de "oportunidades para crear riqueza y empleo". La obra, que de forma global supone una inversión de 458 millones de euros.

Las conducciones puestas en marcha este jueves conectan ambas desaladoras, con lo que se proporciona a los ciudadanos de la zona fuentes alternativas y complementarias de suministro. La ejecución de estas conducciones se ha dividido en dos tramos, con lo que la fase I, que tiene una longitud total de 47 kilómetros y una capacidad de transporte de hasta 15 hectómetros cúbicos de agua al año, por su parte la fase II se inicia en la desaladora del Bajo Almanzora y cuenta con 18 kilómetros de longitud. Aguilar ha puntualizado que, a través de las actuaciones del Gobierno central, hay ya en Almerí­a 22.700 hectáreas de regadí­o mejoradas que ha supuesto un ahorro de 50 hectómetros cúbicos que ha beneficiado 12.000 regantes.