Los agricultores almerienses los mejor preparados de toda España

El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía, IFAPA,  ha realizado un estudio en el que se pone de manifiesto que la agricultura almeriense se ha convertido en un referente en cuanto a la profesionalización de los sistemas productivos y la incorporación de la tecnología y conocimiento, situándola a la cabeza de la productividad con respecto a otros modelos agrícolas, a lo que hay que añadir que nuestra provincia cuenta con los agricultores no sólo mejor preparados de su historia, sino también de los que disponen de mayor grado de formación del sector agrario a nivel nacional.
Ese alto nivel formativo se refleja en las encuestas realizadas para un trabajo realizado por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) que muestra que la mayoría de los agricultores de Almería, en torno al 82 por ciento, ha recibido algún tipo de educación oficial.
Importa el dato e importa el hecho de que en los diez últimos años, desde la campaña 2005-2006, se ha producido un salto cualitativo notable entre los profesionales de la agricultura ya que entonces había un 33,5 por ciento de ellos que no habían finalizado la enseñanza obligatoria, porcentaje que ahora se ha quedado en la mitad con apenas un 18 por ciento.
Entre los agricultores almerienses ha crecido de una forma notable el porcentaje que disponen de titulaciones tanto en el Bachillerato como en Formación Profesional, con crecimientos del 12 y del 20,5 por ciento, respectivamente. El nivel de tecnificación de los cultivos está generando además una demanda de formación en materias específicas que, vía cursos o seminarios impartidos por diversas instituciones y organizaciones, suman cada año la presencia de 10.000 alumnos.
Estar al día en el conocimiento de todas las prácticas que se desarrollan en el interior de los invernaderos multiplica las ofertas formativas y el número de productores dispuestos a seguir aprendiendo. Miles de ellos toman ‘lecciones’ de cuestiones básicas para la gestión de los cultivos, como es el caso de los cursos de incorporación a la empresa agraria (los han seguido ya más del 20 por ciento de los agricultores), o los de aplicadores de productos fitosanitarios, realizados por el 90 por ciento de los productores.