Más hostelería y redistribución de espacios para hacer viable el Mercado Central

El consistorio de la ciudad tiene ya en su poder el estudio realizado por una consultoría en la que se reflejan las calves para que el Mercado Central sea viable económicamente. Claves que pasan por una apuesta decidida por la hostelería, la reducción de puestos, la promoción del asociacionismo, redistribución de los espacios y la inversión de más de medio millón de euros. Un estudio de viabilidad que ha sido presentado por el concejal de Promoción de la Ciudad, Carlos Sánchez, quien ha apuntado que ahora hay que "estudiarlo y ver las  posibilidades de llevarlo a cabo a corto, medio y largo plazo".
En dicho informe se pone de manifiesto que es un mercado envejecido al ser tanto la media de edad de los vendedores y clientes de 50 años, cuestión que pone de manifiesto la necesidad de una reconversión al objeto de adaptar el Mercado Central a los nuevos tiempos.
Uno de los cambios más significativos pasa por incrementar la oferta de hostelería y restauración, planteamiento que los vendedores consideran prioritario. Así para ello la consultora propone al Ayuntamiento que se rescaten las concesiones administrativas de las barracas que en la actualidad están en desuso y la de los concesionarios que no están al corriente de pago.
A lo que habrá que sumarle la redistribución del espacio de la planta baja, para no solo dedicarla al pescado, sino también a frutas, verduras y carnicería para que así el consumidor pueda hacer la cesta de la compra al completo.
Este cambio posibilitaría que en el hueco que quedaría en la primera planta se colocaran los espacios hosteleros.
Otro cambio importante sería el de realizar la transformación digital, por lo que se anima a los 89 vendedores que actualmente ocupan el Mercado central a poner en marcha una app para la compra, además de una página web y por qué no, el servicio a domicilio.
Algo que sería posible según la consultora si los vendedores se asocian bajo el paraguas de un mismo colectivo, dado que de manera individual no se podrá avanzar en algunos de los cambios propuestos que abarcarían la formación permanente de los vendedores, el lograr una imagen de marca unificada o la contratación para el personal de reparto a domicilio.